Manu, mi historia

Elegí el deporte por necesidad.

De pequeño desarrollé alergia casi todo lo que había en la naturaleza. A eso se sumaba el asma que me provocaba.

Para mejorar la capacidad respiratoria y el sistema inmunitario, me recomendaron hacer deporte. Así que decidí practicar natación y judo.

De niño siempre me llamaba la atención las pelis de artes marciales, Bruce Lee, Van Dann, Jackie Chan...

Pero aquello que veía, no era lo que hacía en judo. A mí me gustaban los puñetazos, las patadas... Pero solo entrenábamos agarres, caídas, y acabé dejándolo.

En Ocaña, no había mucha oferta en deportes de contacto. Pero no fue el fin.

En el instituto, unos amigos me hablaron de un arte marcial moderno y me invitaron a probarlo. Me encontré por primera vez con el limalama.

Por aquel entonces, el maestro era Alfonso Guerrero. Con él alcancé hasta el cinturón marrón. Este arte marcial, me aportaba todo lo que había buscado. Ágil, dinámico, con muchas técnicas de golpeo, patadas, codazos. Pero mi maestro tuvo que dejar de dar clase en Ocaña y con ello, yo me vi obligado a abandonar este arte marcial.

Allá por el 2010, un buen amigo, me comentó que el limalama estaba de vuelta en la ciudad. Esta vez el instructor era Alberto Leo, que había sido compañero de entrenamiento con mi anterior maestro.

Cuando fui a su clase, recordamos viejos tiempos.

Alberto quiso examinarme de cinturón negro, ya que mantenía el marrón. Tomé una decisión difícil, pero creo que fue la más acertada. Inicié de nuevo limalama.

Volví a ser un cinturón blanco.

Quería aprovechar la experiencia que ya tenía, junto con las nuevas enseñanzas de Alberto, para poder perfeccionar y limpiar mis técnicas.

Ahora soy cinturón negro y maestro de limalama.

He terminado un ciclo en mi carrera marcial, pero mi camino no ha finalizado aquí. Sigo formándome y espero pronto alcanzar el primer grado.

También soy especialista en prevención y defensa personal integral para mujeres.

Además, estoy ilusionado en este proyecto, y tener la posibilidad de enseñarte lo que me emociona, motiva y gusta, para que aprendas un sistema de defensa personal efectivo, a la vez que mejoras tu condición física y disfrutas.